Desde los tiempos más remotos de la historia, el hombre ha buscado la manera de medir el tiempo. Los egipcios, miles de años antes de Cristo, ya descubrieron como confeccionar un calendario exacto. Más tarde, los griegos contribuyeron con la clepsidra, consistente en un vaso perforado en su base por donde salía el agua y donde las marcas en su interior determinaban el tiempo transcurrido durante su vaciado. Por fin en el siglo III de nuestra Era apareció el reloj de arena, instrumento de medición de tiempo que perduró hasta bien avanzado el siglo XVI.
Leonardo da Vinci, pintor, escultor, inventor y científico, elaboró en sus escritos a principios del siglo XVI, diversas teorías científicas. Sus investigaciones, en especial sus originales contribuciones a la mecánica de los sólidos y de los fluidos, sus invenciones, quedaron casi desconocidas de sus contemporáneos, entre otras, sus investigaciones de la medición del tiempo.
WM of Switzerland, ha querido rendir homenaje a ese gran genio de la ingeniería del Renacimiento y ha bautizado a su reloj automático con “medidor de carga” con su nombre.
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